miércoles, 10 de abril de 2013

El amor como baluarte


LAS ENSEÑANZAS DEL SUFISMO Y LA POESÍA 

DE RUMI ILUMINAN ESTA DÉCADA SOMBRÍA





“Sólo puedes conocer a Dios si te has conocido a ti mismo. ¿Y dónde estás tú? No estás en tu cabeza, estás en tu corazón. La cabeza puede caer en coma, y todavía seguirás vivo. Hay gente que cae en coma y sigue en coma durante años. El corazón parece ser el punto de contacto entre tú y el universo. Es a través del corazón que estás conectado con el universo, y uno tiene que conocer su propio corazón: eso es el autoconocimiento, ése es el significado de ‘conócete a ti mismo’. Porque sólo conociendo tu corazón conocerás el contacto con el universo. Entrando en tu corazón, serás capaz de entrar en lo supremo."
Unión Mística / Osho




Escribe: Miguel Grinberg 
apm - NÚMERO 84
SEPTIEMBRE de 2006


Hay en estos momentos a nivel planetario dos situaciones bien diferenciadas, que revelan la existencia de un enorme caudal de fenómenos masivos agónicos y al mismo tiempo la expansión sutil de una percepción intensa de un futuro armónico posible. Lo primero se presenta multipropalado de manera persistente, lo segundo es encarnado por individuos que no buscan notoriedad y que se excluyen del vértigo agónico dominante por todas partes.

Lo primero tiene tono de apocalipsis, lo segundo es la celebración del amor en su más refinada significación. Esto último no es un rito clandestino; hay una multitud de autores que se ocupan de ello como siembra irrefrenable, Osho, Deepak Chopra, Claudio Naranjo, Fritjof Capra, Matthew Fox, Humberto Maturana, Carlos Castaneda, Peter Russell, el Dalai Lama, Laurence Freeman, Satish Kumar, Francisco Varela, Ken Wilber, Edgar Morin, Leonardo Boff, Thomas Berry, y muchos más.

Pero, claro está, vivimos en una época signada por la incertidumbre y la descomposición. No es lo único que sucede, pero la prensa escrita, radial y televisada se esmera en atosigarnos sin cesar con todo lo que ofrece la cloaca social contemporánea. No podemos dar un paso sin que caiga sobre nosotros algún boletín de actualidades con referencia a conflictos bélicos, atentados terroristas, epidemias, asesinos seriales, catástrofes climáticas, accidentes descomunales, gente muriéndose de hambre y espectáculos afines. Nos dicen que eso es “información” y falsean la realidad porque “informar” es revelar la verdad íntima de un suceso, y la maratón de noticias que nos envuelve por cierto desinforma, crea un vendaval de ruido coyuntural que no nos remite a la trama estructural de este momento histórico.

Numerosos observadores esclarecidos nos remarcan que el oscurantismo religioso contemporáneo, combinado con el desarrollo tecnológico al servicio del belicismo, dio lugar a una nueva y macabra etapa en la historia: el terror global . Sostienen que las alianzas irracionales de la segunda mitad del siglo XX, entre naciones tecnológicamente desarrolladas y teocracias fundamentalistas, crearon el caldo de cultivo de la guerra que hoy estamos viviendo.

En un plano espiritual mucho más sutil, paralelamente a las tres grandes religiones monoteístas de raíz abrahámica, judaísmo (dividido en ortodoxia sionista y progresismo laico), cristianismo (escindido en catolicismo, ortodoxia y protestantismo) e islamismo (donde se confrontan chiítas y sunnitas), hay tres vertientes de sabiduría esotérica que en nada participan de la tenebrosa maraña de prejuicios y fanatismos que flagelan a la humanidad. Se trata del kabalismo, el esenismo y el sufismo.


La Kabalah hebrea resume lo más refinado de la interpretación bíblica. Enseña que los seres humanos estamos expuestos a incontables influencias. Cuando algo capta nuestra atención a tal punto de querer poseerlo atraemos forzosamente situaciones en nuestro camino por alcanzarlo. Las influencias captan al deseo. Lo deseado crea una dependencia, una dirección que activa todo nuestro ser en pos de los objetos que anhelamos. Ello establece un encadenamiento de circunstancias –causas y consecuencias– que marcarán nuestro “destino”. Ser humano significa poseer conciencia moral, lo que no pertenece al campo de los sentidos: el discernimiento espiritual. En cambio, cuando nuestro discernimiento no supera la realidad material-sensorial vemos al mundo como un mero mecanismo instintivo y materialista sin corazón; entonces asociamos el destino humano al de la materia cuyo fin es la disolución, la muerte. Un vacío de significados.


La tradición esenia brotó en tiempos de Moisés y desempeñó un papel central no sólo en los años formativos del Jesús histórico, sino durante los últimos veinte siglos, como tradición invisible. Para los esenios de Qumran (fuente de los Manuscritos del Mar Muerto) la palabra “ángel” describía los elementos del mundo que hoy se describen como fuerzas eléctricas y magnéticas. Declararon siempre que somos un producto muy especial, surgido de un matrimonio sagrado entre el alma de los cielos y el tejido de nuestro mundo. Se comenta que numerosos textos esenios –que resumen su sabiduría– fueron eliminados del Concilio de Nicea, y deberían estar incluidos en la Biblia por su importancia histórica y espiritual.


Entre las gemas únicas del sufismo encontramos al maestro persa Mevlana Jalaludín Rumi (1207-1273). Nació en Balk (que hoy está en el norte de Afganistán) y fue hijo de un gran maestro sufi de entonces. Lo criaron dentro del mundo místico desde muy pequeño. Al fallecer su padre, se convirtió en su sucesor y tuvo diversos ilustres e iluminados maestros, que fueron sus tutores y guías. Cuando se encontró con el gran maestro Shams i Tabriz, Rumi despertó al máximo de su potencial. Esa reunión suprema fue llamada “un encuentro entre dos océanos”. Creó la orden devocional de los Derviches Danzantes. Los sufíes suelen decir que el sufismo es el camino que pretende purificar el corazón, que es el órgano donde se concentra el espíritu, siguiendo el dicho profétic o que dice “en el ser humano hay un trozo de carne que si está sano, todo él está sano, y si está corrupto, todo él está corrupto, y ese órgano es el corazón” . Es el camino del amor profundo a Dios. Y como ha dicho un maestro actual, Shaij Nazim al-Qubrus i , “es otorgar a cada cosa su realidad” , o como dicen otros, “vestirse con las más nobles características” .

En un poema de Rumi leemos: “Reconoce que tu imaginación, tu pensamiento y la percepción de tus sentidos son como varas de caña que los niños cortan para simular que son caballos. Desiste de tus deseos y tus inclinaciones, y una montura real aparecerá debajo de ti. Serás testigo de la expansión de aquel mundo, donde serás liberado de las reclusiones de éste” .

Al analizar el sufismo, Osho explica que el intelecto sigue pensando y pensando, y nunca conoce. En tanto el corazón nunca piensa, sólo conoce. El corazón es la facultad del conocer real. En el mundo del corazón, conocer significa ser; no hay diferencia entre conocer y ser. El científico conoce el objeto allí, separado de sí mismo. El místico conoce a Dios, no como un objeto sino como su propia subjetividad: aquí, en sí mismo, como sí mismo.

Hakim Sanai dice que la persona pura, el meditador, conoce la unidad de dos. Y el amante conoce la unidad de tres: el amor, el amante y el amado. En quien ama cabalmente, llega un punto donde todo está integrado; mientras, los pensamientos lo mantienen fragmentado y dividido. Cuando todos los pensamientos han desaparecido, ¿cómo puede estar dividido, cómo puede estar fragmentado? Surge la integración, uno está centrado, cada cual es uno. Y en esa unidad, ha conocido; ya ha conocido y se vuelve ilimitado.
El corazón llega a conocer, y entonces el corazón le informa al intelecto: “ Ahora no eres necesario, no te preocupes por ello: ha sucedido. Ahora no es necesario indagar y buscar, ¡detente! He llegado a conocer ”. Siempre es el corazón el que conoce, recordémoslo. De allí el énfasis en la confianza, en la entrega. Rumi nos dice: “ El amor existe desde el origen a la eternidad. El que va en pos del amor no tiene par. Excepto el amor intenso, excepto el amor, no tengo otro trabajo; salvo el amor tierno, no siembro otra semilla ”.

El famoso sufí argelino Mustafa al ‘Alawi describía al tawhid (la realización de la Unicidad divina, o el objetivo supremo del sufismo) como algo que no está escrito en las hojas de papel o lo que pronuncian los charlatanes. “ El tawhid son las huellas que dejan los amantes y lo que brilla de su luz en los horizontes ”. O también: “ El sufismo no es algo que se pueda expresar con palabras, sino una certidumbre absoluta y realización. Cuánto ignorante se regocija en su ignorancia y cuánto conocedor sufre por su conocimiento  .

Los sufís proclaman que si hay una verdad central que el sufismo distingue, es la Unidad de ser , el hecho de que estamos integrados con lo divino. Somos uno: una comunidad, una ecología, un universo, un ser. Si es que hay una verdad digna de ese nombre, es que formamos un todo con la Verdad, que no estamos separados de ella. La comprensión de esta verdad tiene efectos en nuestro sentido de quienes somos, en nuestra relación con los demás y con todos los aspectos de la vida. El sufismo tiene que ver con la comprensión de la corriente de amor que corre a través de toda forma de vida, con la unidad detrás de todas las formas conocidas y desconocidas por la humanidad.

Otro poema magno de Rumi, titulado “La casa de huéspedes”, expresa:
El ser humano es una casa de huéspedes, 
Cada mañana llega alguien nuevo: 
Una alegría, una depresión,
una mezquindad. 
Alguna conciencia momentánea llega 
Como un visitante inesperado. 
¡Dale la bienvenida! 
Aunque sea una multitud de penas, 
Que barren violentamente tu casa 
Y la despojan de todo mueble, 
Aun así, trata con honores a todo huésped. 
Puede que te esté preparando 
Para algún nuevo deleite. 
El pensamiento oscuro, la vergüenza,
la malicia, 
Recíbelos en la puerta riendo, 
E invítalos a entrar. 
Agradece la llegada de todos, 
Porque cada uno te ha sido enviado 
Como guía desde el más allá.









Suele decirse que sufismo es “un acercamiento amoroso a la realidad”. No se ata a un dogma religioso, ni a una ideología. Es un modo de experimentar la vida y el universo como un todo respondiendo a un plan único, de acuerdo a unas leyes universales o fundamentales. Requiere disciplina, desapego, intensidad vivencial, meditación integral, discernimiento unánime. Es una escuela viva o forma de vida que busca primordialmente hacer un llamado hacia la unidad de toda la existencia, a que cada ser humano alcance su verdadero estado de plenitud y bienestar e integre en sí mismo la trascendentalidad o espiritualidad, es decir, lo más significativo y fundamental que existe en cada uno de nosotros. No se impone ni actúa como la única respuesta a las incógnitas y misterios de la existencia. Dentro del sufismo se busca liberar al ser humano de las cadenas de la ignorancia para que pueda comprender la esencia inmutable del Ser.

Nada más explícito que otro poema de Rumi:
A través de la eternidad 
La Belleza descubre Su forma exquisita 
En la soledad de la nada; 
coloca un espejo ante Su Rostro 
y contempla Su propia belleza. 
Él es el conocedor y lo conocido, 
el observador y lo observado; 
ningún ojo excepto el Suyo 
ha observado este Universo. 

Cada cualidad Suya encuentra
una expresión: 
la Eternidad se vuelve el verde campo de Tiempo y Espacio; 
Amor, el jardín que da la vida, el jardín de este mundo. 
Toda rama, hoja y fruto 
revela un aspecto de su perfección: 
los cipreses insinúan Su majestad, 
las rosas dan nuevas de Su belleza. 

Siempre que la Belleza mira, 
el Amor también está allí; 
siempre que la belleza muestre una mejilla sonrosada 
el Amor enciende su fuego con esa llama. 
Cuando la belleza mora en los oscuros vallecitos de la noche 
el Amor viene y encuentra un corazón 
enredado en los cabellos. 
La Belleza y el Amor son cuerpo y alma. 
La Belleza es la mina, el Amor,
el diamante. 

Juntos han estado 
desde el principio de los tiempos, 
lado a lado, paso a paso.

A través de la historia, miles se han asesinado entre sí como fieras desenfrenadas. Pero también, muchos otros han hecho de su vida un templo y de su corazón un emblema. Gracias a estos últimos el mundo se sostiene y queda mucha tarea germinal por hacer. Aunque el noticiero insista con su mueca moribunda.



1 comentario:

  1. Hola Miguel...me resulta hermosisimo este blog..y especialmente este articulo..me estoy reponiendo de una gripe..que ha traido a mi mente pensamientos negativos...la lectura de este blog ha sido hoy para mi "el mejor antigripal" me ha conectado con estados de mi ser, que estaban ocultados y a los cuales no accedia desde tiempo.
    Gracias
    un abrazo
    (maricrispaz@gmail.com)

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